jueves, 5 de junio de 2008

A VUELTAS CON LA HERALDICA ECLESIASTICA. I

Un afamado artista, monje de un monasterio español, recababa hace unos días nuestra opinión, en un mensaje privado, sobre las armas que él mismo ha diseñado, con absoluto acierto, para un hermano agustino que ha resultado elegido obispo para regir una diócesis de iberoamérica.

No se ha recibido el permiso expreso del monje para hacer públicas las extraordinarias armas que ha diseñado. Su excelente página es esta: http://www.rafaelnieto.com/ Se reseña que los diseños que envió incluían el escudo timbrado tanto con mitra, como con capelo episcopal con sus borlas correctamente dispuestas.

Ya se ha hablado, y mucho, en este blog del justamente famoso arzobispo titular de Xanthús, Bruno Bernard Heim, desgraciadamente fallecido en 2003 y autor de las armas de los cuatro últimos papas fallecidos:
También se explicó en otra entrada que monseñor Heim, pese a haber recibido el encargo por parte del papa Juan XXIII, de santa memoria, de crear una oficina encargada de los asuntos heráldicos específicos de la Iglesia, declinó este valioso ofrecimiento alegando que no debía ponerse freno al buen gusto. Como ya se expuso, es sabido que monseñor Heim ha tenido que cumplir purgatorio por aquel tamaño error. Estas fueron sus armas: No obstante, preocupado por los desmanes heráldicos en que los recién elegidos monseñores venían cayendo, el papa Pablo VI, de santa memoria, hizo pública en 1969 la instrucción Ut sive.

En esta directiva se trataba de heráldica sin complejos, y entre otras normas se dictó que los individuos ordenados de la santa Iglesia no podían usar mitra para timbrar sus armas, sino que debían recurrir al capelo.

Sí se usaría, desde aquel entonces, la mitra para timbrar las armas corporativas, como por ejemplo las diócesis.
Las armas que iniciaron esta entrada son las parlantes de la diócesis de Baton Rouge, bastón rojo en francés; las que siguen son las también parlantes de la diócesis de Hartford, vado del venado en inglés, correctamente timbradas con mitra, de las que ya se habló en la entrada del 12 de noviembre del pasado año: