jueves, 16 de octubre de 2008

REY DE ARMAS


Hemos tenido el honor de recibir recientemente un regalo inmerecido. Se trata del libro CABALLEROS DEL SIGLO XXI, coescrito por el teniente coronel del Cuerpo Jurídico don Fernando García-Mercadal García-Loygorri y por don Manuel Fuertes de Gilbert Rojo, barón de Gavín.De fácil y amena lectura, se trata de un ensayo exhaustivo y muy bien documentado que recorre la actualidad de las corporaciones nobiliarias. Además expone con gran rigor el actual corpus jurídico en que se asienta el derecho nobiliario y premial español. Esperamos no contravenir ninguna norma legal al reseñar una idea recogida en el libro que nos ha llamado poderosamente la atención. Es la referida a la constatación de lo que se expuso en una entrada reciente sobre el placet del rey don Juan Carlos al registro de armas creado por el rey de armas de Castilla y León, don Alfonso de Ceballos-Escalera Gila a favor del conde de Latores, don Sabino Fernández Campo. Esta fue la entrada: http://blogdeheraldica.blogspot.com/2008/09/el-conforme-de-nuestro-rey.html. Los autores del libro que venimos comentando, de una forma mucho más documentada y rigurosa que la reseñada en este tedioso blog, coinciden en señalar que el rey don Juan Carlos, al amparo de constitución de 1978, goza del privilegio de otorgar premios y distinciones según su discreción. Así, exponen que la certificación de armas de don Sabino Fernández Campo no fue la única que recibió el expreso placet del rey en 1992.Otras dos certificaciones armeras obtuvieron los respectivos conformes del rey: La expedida a favor del Almirante don Fernando Poole Pérez-Pardo, en 1993, y la creada para don Emilio García Gómez, conde de los Alixares, en 1998.Estos reales conformes, tal como se expuso en su momento, y con el respaldo de tan insignes y expertos autores, viene a confirmar la teoría expuesta: Las certificaciones armeras del rey de armas de Castilla y León tienen plena validez conforme al derecho premial vigente en nuestro ordenamiento jurídico. Esto es, España cuenta con, al menos, un rey de armas.