jueves, 28 de mayo de 2009

REAL HERMANDAD DE CABALLEROS DE SAN FERNANDO

Celebrándose pasado mañana, treinta de mayo, la festividad del rey san Fernando y al hilo de las anteriores entradas relativas a la vigencia y actualidad de las instituciones de caballería, hoy se desea llamar su atención, improbable lector, sobre una de ellas: La real hermandad de caballeros de san Fernando.

Esta corporación se fundó por el coronel del cuerpo de ingenieros del Ejército de Tierra don Fernando Puell y Sancho en el año 1942.En esta hermandad militan actualmente tan insignes cultivadores de nuestras ciencias heróicas como: Don Ernesto Fernández-Xesta y Vázquez; don Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio, marqués de Casa Real; don Juan Van Halen y Acedo o el comandante don Juan Rafael Aliaga y Montilla, conde de Kozel´sk. Todos ellos insignes caballeros que otorgan prestigio a esta corporación.El objetivo de la real hermandad es el aumento de las devociones a María Santísima y a san Fernando, rey de Castilla y León. A tal fin, en 1951, se adquirió y entronizó una majestuosa estatua sedente del rey san Fernando, en una capilla de la cripta de la catedral de la Almudena propiedad de la hermandad de caballeros. Sirve esa capilla como extraordinario marco para el desarrollo de las ceremonias de ingreso de nuevos caballeros.Con ocasión de cumplir la corporación los primeros cincuenta años de existencia, en 1992, la casa del rey don Juan Carlos autorizó el uso de la expresión real a añadir al nombre de esta hermandad de caballeros.Las exigencias para el ingreso en esta insigne corporación son: La presentación del candidato a la junta de gobierno por, al menos, dos caballeros; entrega de certificación de bautismo; acreditar, a través de testimonios de otros caballeros, y certificado religioso emitido por sacerdote católico, conducta vital acorde a las enseñanzas de la Iglesia; por último, se considera conveniente estar en posesión de título universitario, o equivalente, que asegure un digno sustento.

La insignia de la asociación es una cruz recrucetada que se define institucionalmente como una cruz de cruces. Cruz que sirve como motivo ornamental de la túnica que viste la estatua del rey san Fernando III que preside la capilla ceremonial de la hermandad.El manto capitular es blanco y sobre él se dispone el emblema de la hermandad de caballeros.