sábado, 14 de noviembre de 2009

ENLACE

Hoy solamente se propone un enlace que le mostrará, improbable lector, la heráldica de las principales naciones y dinastías europeas en un diseño novedoso. Es este.

viernes, 13 de noviembre de 2009

DESPROPÓSITO HERÁLDICO

El municipio de Canillas de Aceituno, en la provincia de Málaga, retirará de su escudo municipal las cadenas que apresaban el cuello del último rey moro de Granada, Boabdil.Confirmando el desconocimiento de nuestra propia historia, la noticia, que ya se adelantó hace año y medio, se ha visto confirmada ayer mismo en el diario El Mundo.

El alcalde de la localidad ha manifestado sin rubor que la revisión heráldica, ahora confirmada por el gobierno de la Junta de Andalucía, servirá para eliminar elementos xenófobos y racistas que representan una confrontación que ya pertenece a épocas pasadas.

Yo añadiría a esa frase: … y desde luego más gloriosas… y más sensatas.Y por qué pararse ahí. Ya puestos a destrozar nuestra historia, que se supriman las cadenas de todos los escudos de España, empezando por las armas del reino de Navarra, no vaya a ser que se ofendan nuestros vecinos del sur.

Se debería actuar igualmente con todos los símbolos, así ¿por qué no derribar la torre de los Lujanes de la plaza de la villa de Madrid, sede de la real academia de heráldica, dado que en su interior se mantuvo prisionero al rey francés Francisco I y hoy Francia es un Estado aliado?¿Y la puerta de Alcalá, símbolo de Madrid? Conserva marcas de los impactos de los proyectiles que se dispararon contra los franceses en la guerra de la independencia ¿no habría que derribarla igualmente?

Este es el enlace a la noticia: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/12/andalucia_malaga/1258029261.html

jueves, 12 de noviembre de 2009

TIARA PONTIFICIA

Me corrigen, con razón, el mensaje que ayer mismo se publicó en este blog sobre la tiara pontificia. En él se expuso con rotundidad que solamente una persona en la humanidad poseía el derecho a timbrar sus armas con la tiara, con la triple corona papal.Y me corrigen con razón porque existe efectivamente otro individuo que posee el derecho a timbrar sus armas con tiara: El arzobispo Lisboeta.

Por algún antiguo privilegio cuyos detalles ignoro, el arzobispado de Lisboa utiliza por armas la tiara pontificia. Del mismo modo, el ordinario, el patriarca del lugar, tiene el derecho a usar en las celebraciones litúrgicas la tiara. Tiara que nos dicen, no ha utilizado por respeto, siendo tradicionalmente sustituida por, atención improbable lector, ¡una mitra con tres fajas de oro!Efectivamente. He aquí el antecedente del actual timbre de las armas pontificias.La paradoja es evidente. El papa ha abandonado el uso heráldico de la tiara pontificia. El arzobispo de Lisboa, que ni siquiera es primado, por el contrario, lo mantiene. En la fotografía que sigue el cardenal Cerejeira, que fue patriarca de Lisboa.Se concluye recordando que la ciudad de Reus, en el principado de Cataluña, por antiguo privilegio del que ya se habló en otra ocasión, timbra sus armas con la tiara papal que el propio papa ha abandonado.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

TIARA PAPAL

Sobre las armas que ha adoptado nuestro actual papa, por lo demás un santo, se ha hablado en este espacio virtual mucho y habitualmente mostrando un juicio de valor negativo.Desde que, escasos días después de ser elegido papa, Benedicto XVI cediera el asunto del diseño de sus armas pontificias a monseñor Andrea cardenal Cordero-Lanza di Montezemolo, cuyas armas cardenalicias son estas,los pocos que habitamos este mundo de las ciencias heroicas nos vimos ingratamente sorprendidos por el extraño tocado que timbraba el escudo.Recordará, improbable lector, que la tiara pontificia mantiene una existencia, no solo heráldica, sino real, de ochocientos años. Así, los pontífices romanos se coronaban, en una ceremonia de auténtico boato y esplendor, hasta que el papa Pablo VI decidió su abolición a partir de su inmediato sucesor.A pesar de esa abolición de la ceremonia de coronación, tan propia de las monarquías y paradójicamente, tan tristemente olvidada, la corona pontificia, la tiara, se ha seguido representando sabiamente sobre las armas de los pontífices romanos hasta el anterior papa, Juan Pablo II.La bondad de timbrar las armas de los sumos pontífices con esa corona reside en que nadie más en la humanidad puede hacer uso de ella y en consecuencia, resulta del todo útil para identificar como papales, cualesquiera armas.El actual papa Benedicto XVI, por todo lo demás persona de sólidos valores tradicionales, quizá haya querido revelar en este gesto de abandono del timbre propio de los papas, un acercamiento a las iglesias hermanas, como la comunión anglicana o la iglesia ortodoxa, que ven en el primado romano un impedimento para la plena comunión con la verdadera Iglesia.

No obstante, no casa del todo bien la abolición del uso de la tiara en las armas papales, un gesto revolucionario al cabo, con la firme voluntad que en sus decisiones muestra sobre diferentes aspectos de la conducta eclesial que lo convierten en el papa del retorno a la tradición más involucionista como por ejemplo: El propósito de la vuelta a la misa tradicional, en latín y de espaldas, sin duda mucho más agradable a Dios pues es sabido, esto es una nota de humor, que la lengua vernácula de Dios es el latín; o el levantamiento de la condena de excomunión a los obispos de la iglesia tradicionalista, pero en cualquier caso cismática, de los seguidores de monseñor Lefebvre.La realidad más evidente, sin duda alguna, es que la documentación emanada de la cancillería pontificia mantiene el uso de la coronal papal. Al igual que el resto de instituciones que dependen de la Santa Sede, como la gendarmería o la guardia suiza e incluso la propia indumentaria del santo padre.Se añade para concluir, un fenomenal diseño de las armas de nuestro actual papa de la mano de don Fernando Martínez y Larrañaga, Sánchez-Campins y Bilbao, quien ya nos ha acostumbrado a admirar sus fenomenales obras heráldicas. Diseño que muestra las armas del pontífice tal como deberían ser.

martes, 10 de noviembre de 2009

GOCETES

Escribe un atento escrito desde Álava, en vascongadas, don Iagoba Ferreira Benito. Aborda el asunto de los gusetes que tanto dió que hablar hace meses.

Sabiendo del alto conocimiento de don Iagoba en materia de armas de combate del periodo medieval, sus aclaraciones adquieren un elevado valor.Éstas que siguen son sus palabras:

El término usado en castellano antiguo para referirse a lo que usted llamaba gusetes es gocetes. Así aparecen denominados en los documentos a partir del siglo XV (Riquer, L'arnès del cavaller, cap 54).

La pieza representada en el escudo podría ser la destinada a proteger la axila y parte inferior del brazo, pero sin ser una manga entera. El resto de su discurso es correcto.

Sobre todo, el nombre en inglés hace referencia a la parte de la axila. De hecho, en lengua inglesa este término ha pasado a significar "escuadra" como las usadas en estanterías.


Añade don Iagoba un enlace: Éste.

lunes, 9 de noviembre de 2009

APOSTILLA A LAS NAVAS

Escribe un atento y pertinente mensaje don Francisco Luis Sola-Isidro Olmo, distinguido caballero vilcheño, conocido de este espacio virtual, relativo a la reciente entrada sobre el monumento de las Navas de Tolosa. Estas que siguen son sus palabras.

Estimado Señor:

Le escribo el presente mensaje al hilo de la entrada de hoy, 2 de noviembre de 2009. El monumento que aparece fotografiado es efectivamente el dedicado a la Batalla de Las Navas de Tolosa, pero se encuentra en La Carolina (Jaén).

La foto en blanco y negro, es efectivamente de la inauguración en 1912 de otro monumento, este en la capital del Santo Reino de Jaén, denominado Monumento a las Batallas, ya que aparecen representados dos bronces de la Batalla de Las Navas de Tolosa y la Batalla de Bailén.

El monumento de La Carolina, es más reciente obra de González Orea y es por su monumentalidad y simbolismo una autentica obra de arte. Paso a describírselo, está representado el paso de Sierra Morena del que cuelga una cruz, la Vera Cruz, ya que por su intercesión se venció en la misma; aparecen los tres reyes que efectivamente y muy acertadamente describe usted, así como el Arzobispo D. Rodrigo y el verdadero vencedor de la batalla el Señor de Vizcaya, D. Diego López de Haro; finalmente aparece representado Martín Alhaja, que en los momentos de desconcierto guió al ejercito cruzado por la Sierra para encontrar el paso de la misma y poder dar la batalla con igualdad de condiciones geográficas.

El Monumento a las Batallas, al que hace referencia la foto se puede encontrar en la Wikipedia o por Google, tecleando "Monumento a las Batallas Jaén" por ejemplo.

Espero haberle servido de utilidad. Un cordial saludo.

Francisco Luis Sola-Isidro Olmo

domingo, 8 de noviembre de 2009

NUEVO LIBRO DE DON JOSÉ LUIS SAMPEDRO ESCOLAR

De la autoría del maestro don José Luis Sampedro Escolar he tenido el placer de leer dos libros: Las joyas de las reinas de España y Dinastías de traición. Ambos han resultado un verdadero ejercicio de rigor documental conjugado con la amenidad propia del autor.

Habiendo comprobado además el elevado conocimiento de don José Luis en materia genealógica, heráldica y protocolaria, el nuevo libro que ha publicado, Joyas reales (Esplendor y brillo ceremonial en las cortes europeas) promete ser riguroso en los datos, pero ameno y hasta divertido en la exposición de la materia. Materia que viene determinada según palabras del autor, por un pormenorizado recorrido de las ceremonias propias de las cortes europeas desde el emperador Napoleón hasta nuestros días.Sigue a estos párrafos la nota que la editorial ha tenido la deferencia de remitir:

JOYAS REALES, FASTOS Y BOATO
Esplendor y brillo ceremonial en las cortes de Europa


Ricardo Mateos Sáinz de Medrano y José Luis Sampedro Escolar
Prólogo de S.A.R. la princesa Miriam de Bulgaria

La Esfera de los Libros - ISBN: 9788497348867.

La Esfera de los Libros acaba de editar un lujoso volumen de 458 páginas de gran formato (Cartoné, 24x30) con cientos de fotografías que reflejan la vida ceremonial de las cortes europeas desde 1804, fecha de la coronación de Napoleón, hasta nuestros días.

El prólogo está firmado por S.A.R. la Princesa de Tirnovo, Miriam de Ungría, que aúna su condición de gemóloga con la protagonista y copartícipe en los acontecimientos estudiados en el libro desde su matrimonio con el Príncipe Kardam, heredero de la dinastía Búlgara.

Tras una introducción en la que se exponen interesantes reflexiones acerca de las funciones representativas de los integrantes de las familias reales, los títulos de los sucesivos capítulos nos van adentrando en el mundo de las funciones regias, los tesoros, la iconografía y la heráldica dinástica: Proclamaciones, coronaciones y juras; las coronas; nacimientos; los herederos; bodas: de las alianzas de estado al matrimonio por amor; Príncipes consortes; El Rey ha muerto!¡Viva el Rey; el cortejo procesional; los retratos oficiales; órdenes y condecoraciones; el retrato de familia; las joyas de familia y las joyas errantes; para terminar con la heráldica en el capítulo final águilas y leones, que da paso al epílogo, con más reflexiones de calado histórico y sociológico, tras del que se nos ofrecen unos aclaratorios árboles genealógicos y una sucinta bibliografía.

Merece destacarse la difícil coordinación de las diferentes casas reales, épocas y materias tratadas, así como el hecho de que aparezcan menciones a personajes y dinastías casi desconocidos del gran público, como ocurre con las referencias a los Bagratión de Georgia, a los príncipes de Montenegro o a la familia real de Albania.

En suma, un libro que se puede calificar de espectacular en el más puro sentido de este término, hoy tan manido, puesto que de la puesta en escena del poder se trata. Obra que no defraudará a los amantes y estudiosos de estas materias emparentadas con el protocolo de las casas soberanas.