miércoles, 17 de febrero de 2010

CETROS

Es atávico a nuestra especie el uso de instrumentos. Desde que los primeros homínidos se empezaron a extender por la superficie emergida del planeta se valieron de primigenios instrumentos para ayudarse: palos y piedras. Tan impreso está en nuestra herencia genética el portar palos que aún hoy, denota poder.No se sorprenda, improbable lector, la vigencia de lo que acabo de exponer le resultará evidente a través de algunos ejemplos.En las ceremonias castrenses de toda índole se reconoce rápidamente la persona está al mando de la formación observando quién porta el bastón de mando; un palo a fin de cuentas, adornado, pero un palo.Es costumbre, por ejemplo, que en las ceremonias, tanto civiles como militares, al recibir a algún miembro de la real familia, se ceda el bastón de mando al insigne invitado manifestando con ese gesto el reconocimiento de su autoridad.Todavía hoy, creo que es uso universal, las divisas de los empleos de general se reconocen porque un bastón se apoya sobre un sable. Su significado es parlante: Indica el mando, representado por el bastón, sobre las armas, expresadas a través del sable.Incluso la divisa del empleo de capitán general, que en España ostenta únicamente el rey, exhibe un bastón sobre otro bastón, lo que viene reflejar de modo parlante la autoridad, el mando, sobre los que mandan.Tradicionalmente nuestros reyes se han hecho retratar portando un palo llamado bengala, que significaba el mando efectivo sobre su reino. En el transcurso de una ceremonia a la que tuvimos el honor de asistir, con ocasión de la celebración de sus primeros veinticinco años de reinado, nuestro actual monarca, don Juan Carlos, recibió de manos del jefe del estado mayor de la defensa, máximo mando efectivo, una bengala que se adornaba con la divisa de su empleo y con los muebles de los reinos que conforman España. Bengala que nuestro rey utiliza en los actos castrenses a los que acude y con la que, incluso, ha posado para los retratos institucionales. Y no solo los monarcas, tradicionalmente los generales portaban en el campo de batalla sus bengalas para ser reconocidos sin dificultad.
En el ámbito eclesial es igualmente el que porta el báculo quien ostenta la máxima dignidad. Así, en las ceremonias de entronización de los nuevos obispos, la toma del báculo es el acto a través del cual se hace entrega de la autoridad sobre el rebaño de fieles.Igualmente, otras monarquías de los reinos de nuestro entorno significan su autoridad por medio de cetros.En la ceremonia de entronización ante las cortes de nuestro monarca, en 1975, los símbolos de su reinado se fijaron con la corona, un crucifijo y el cetro real.Para concluir se exponen otros bastones, que igualmente significan autoridad, más relacionados con nuestras ciencias. Me refiero a los bastones que portan, en el ejercicio de sus funciones, los reyes de armas, heraldos y persevantes.Como se ha explicado ya en varias ocasiones, los reyes de armas son los funcionarios públicos en los que recae la cesión de autoridad de los monarcas soberanos para atender los asuntos relacionados con las materias heráldica, genealógica y nobiliaria. En consecuencia, al poseer la cesión de autoridad emanada del mismo soberano, los reyes de armas portan con absoluta propiedad el símbolo de su poder, el símbolo de su autoridad: Un bastón, un cetro.Concluye esta entrada con una larga serie de fotografías en las que se exponen los diferentes bastones que los reyes de armas y demás autoridades heráldicas portan en el ejercicio de sus funciones.

El colegio de armas del reino de Inglaterra posee dos cetros diferentes que distinguen a los persevantes y heraldos, de los reyes de armas. El bastón de autoridad de los primeros se adorna, en su extremo, del mueble representado en las armas del propio colegio de armas, una paloma de azur, paloma que quiere representar el primitivo oficio de los heraldos como mensajeros.
Los reyes de armas de aquella institución portan un cetro que se adorna con las señales de su heraldía.El rey de armas de Escocia porta igualmente un bastón adornado con la señal de aquel reino: el cardo escocés.Sus heraldos y persevantes portan un simple cetro de sable que se adorna en sus extremos con tapas doradas.Los cuatro oficiales de armas particulares de aquel reino portan igualmente bastón de sable con tapas de oro a excepción del oficial de armas del conde de Crawford, que porta un cetro adornado con el jaquelado y el león de las armas de aquel noble.También el representante de la autoridad heráldica de Eslovaquia utiliza un cetro ornamentado con la cruz de doble traviesa que simboliza a aquel país.Del mismo modo, las autoridades de Frisia, de las que se habló recientemente, usan en el ejercicio de su función un báculo de oficio, un bastón.Estos cetros o bastones de oficio heráldico es costumbre que se representen, acolados, a las armas de su poseedor. Así, don José María de Montells, como heraldo maestro de armas de la casa real de Georgia, acola a sus propias armas, en el caso que se expone soberbiamente dibujadas por el maestro Foppoli, los bastones de heraldo.Bastones adornados con el emblema de la orden de la túnica inconsútil de nuestro Señor, propia de aquella dinastía.Confirmando lo expuesto hasta aquí, incluso en las naciones de fantasía, siempre tan cuidadosas con los asuntos simbólicos, los monarcas de ficción y sus heraldos se hacen retratar portando un cetro de oficio.Concluye esta entrada, a modo de nota de humor, con la imagen del cetro de Ottokar, que se convierte en el sustento fundamental de la trama del comic de homónimo título.