lunes, 7 de junio de 2010

UNAS NOTAS

Hoy únicamente se proponen algunas notas:Al contrario que lo reseñado en la entrada anterior en la que se exponía la pérdida de entidad del Senado español como cámara en la que albergar a los representantes de la más alta nobleza, los grandes, y la jerarquía de la Iglesia, el sistema bicameral británico sí ha sabido mantener esa tradición, otorgando parte de la responsabilidad legislativa a una cámara alta integrada exclusivamente por nobles y eclesiásticos.Como sabe, improbable lector, el senado de Londres se denomina cámara de los lores. En él se integraban, hasta la reciente reforma de 1999, la totalidad de los denominados pares, en inglés peers, que vendrían a ser lo que en estos reinos llamamos grandes de España. Desde esa fecha, tan solo noventa y dos, del total de setecientos cincuenta y nueve, mantienen su escaño en la cámara.Sin conexión directa con lo anterior se reseña esta apostilla: En el Reino Unido, al igual que en España, el concepto de nobleza pretende ser un acicate social para el desarrollo de la nación.Así, como se ha expuesto en alguna ocasión, el ennoblecimiento pretende ser, no solo el justo premio a un excepcional esfuerzo a favor de la comunidad, sino también un modelo de recorrido vital que sirva de ejemplo para animar las conductas individuales hacia el bien común. El sistema puede considerarse análogo al que la Iglesia propone al elevar a la santidad a algún individuo: presentar un ejemplo de conducta vital.No obstante lo anterior, el sistema premial británico difiere en algunos puntos esenciales del español: En el Reino Unido se ennoblece con prodigalidad, no en vano la nómina de nuevos nobles crece notablemente cada año, pero se trata de un ennoblecimiento pasajero toda vez que el título se otorga invariablemente de forma vitalicia, no hereditaria.Cabe interponer contra esa extraña costumbre un argumento evidente. Si al crear un noble se pretende que su recorrido vital sirva como ejemplo a través del tiempo, difícilmente se logrará el objetivo si el título desaparece en la primera generación.Por otro lado, para concluir esta deslavazada entrada, se recuerda que el acceso a la nobleza en el Reino Unido, como ocurriera en su día en España, otorga el ingreso en la cámara alta, la cámara de los lores, con lo que se consigue que los individuos más capaces de la sociedad intervengan en la elaboración y corrección de las leyes, cuya aplicación afectará a la comunidad nacional en su conjunto.