sábado, 27 de noviembre de 2010

NUEVOS INGRESOS EN LA HERMANDAD DE SAN FERNANDO


Hoy, veintisiete de noviembre de 2010, se cumple el primer aniversario de la ceremonia de mi admisión en la orden de caballería, a través de la Real hermandad de caballeros de san Fernando. Se propone una breve anécdota.Es la relativa a la ceremonia de recepción en la orden de la caballería, que fuera tradicional en Castilla y León para significar la madurez o el acceso al poder de los reyes. En estos reinos, la mayoría de edad de los hijos de la real familia se alcanzaba en torno a los catorce años. A tal efecto se celebraba, con toda la solemnidad requerida por la ocasión, la ceremonia de admisión en la orden de la caballería  y el consiguiente acceso a la condición de guerrero cristiano del infante real.La recepción en la orden de caballería se desarrollaba con el sabido ritual, cuya parte culminante era el momento en el que se apoyaba la hoja de la espada sobre ambos hombros del caballero al tiempo que se pronunciaban las palabras in hoc signo, dignitatem equestrem obtines, que significan, con este signo obtienes la dignidad de caballero, añadiéndose después el sabido: Que Dios y el apóstol Santiago os hagan buen caballero.Para realizar esta ceremonia, que era habitual entre todos los caballeros, no solo en el ámbito de la real familia, se requería siempre a otro caballero de más dignidad, o edad, o sabiduría, que era quien transmitía la orden de caballería. Pero, ¿quién hacía caballero al rey? ¿quien podía, entonces como hoy, considerarse por encima del rey?Para solventar esta cuestión, el ingenio medieval castellano fabricó una estatua de madera del apóstol Santiago, sedente, portando una espada. Esta imagen, a través de un mecanismo interior, permitía manipular el brazo derecho para dejar caer la espada de la estatua sobre los hombros del rey.Tal día como hoy, veintisiete de noviembre, en 1217, en el monasterio de las Huelgas de Burgos, el rey san Fernando, todavía soberano solo de Castilla, fue aceptado como rey, entronizado, por medio de la ceremonia de recepción en la orden de la caballería. Orden que recibió de manos de la estatua de Santiago que, aun hoy en día, puede admirarse en el cenobio burgalés.
En recuerdo de aquella ceremonia y desde hace más de sesenta años, la Real hermandad de caballeros de san Fernando recibe, siempre en esta misma fecha, veintisiete de noviembre, a los nuevos caballeros que ingresan en sus filas.