sábado, 31 de diciembre de 2011

NUNC COEPI

Una joya remite el barón de Sórvigo, en el reino del Maestrazgo, datada nada menos que en 2002:

viernes, 30 de diciembre de 2011

ANILLO

No es obligado, evidentemente, pero otorga cierta distinción.
Vestir anillo con las armas particulares es señal propia de caballeros.
Recordaba el capitán don Fredrick Brodin, de la fuerza aérea sueca, recién reemprendida la actividad de su blog, que efectivamente los caballeros, y en particular su rey, lucen habitualmente sus armas portando un anillo. No todos. Pero los más distinguidos sí.
Hoy, como si fuera sábado, le propongo improbable lector, un repaso por las imágenes que muestran esta noble circunstancia señalando, creo que es lo único importante de esta insulsa entrada, que las armas privativas labradas en un anillo han de vestirse únicamente, lo repetiré, únicamente, en el dedo meñique de la mano izquierda. Otra opción, lejos de manifestar distinción, provoca risa.
El rey de Suecia, para empezar, porta correctamente sus armas sobre un anillo:
El rey de España, por supuesto, practica idéntico toque de distinción:

El príncipe de Gales, del mismo modo, luce anillo:
Y por fin, es un evidente exceso de pretensión incluirme en esta lista pero me cuesta encontrar otras imágenes relativas al asunto, quien suscribe viste anillo, el segundo ya con idéntico motivo, que un pulpo aficionado a la heráldica tuvo a bien despojarme del anterior.

Nada más.

jueves, 29 de diciembre de 2011

CRONISTAS DE ARMAS DE MUNICIPIOS

Don Armand de Fluvià es cronista de armas municipales del gobierno del principado de Cataluña.

Don Alfonso Ceballos-Escalera, marqués de la Floresta, es cronista de armas municipales de la región castellano-leonesa.

Y, según relata el diario Levante, don Vicente Saurí es cronista de armas municipales del reino de Valencia, en su calidad de presidente del Consejo Técnico de Heráldica y Vexilología Local.

El enlace es que sigue:

miércoles, 28 de diciembre de 2011

ENNOBLECIMIENTO INDEBIDO

Si es usted asiduo de este tedioso blog, improbable lector, recordará sin duda que he sido, pertinazmente, un firme partidario de tomar ejemplo del sistema premial inglés.

En Inglaterra, como se ha expuesto en repetidas ocasiones, la nómina de nuevos titulados queda engrosada cada año notablemente. Nobles noveles que, no solo ven recompensado su devenir vital a través de un título, sino que aportan su sabiduría a la asamblea legislativa denominada cámara de los lores.

Sistema premial además, que involucra en la utilidad de la nobleza, y por ende en la bondad del sistema monárquico, al conjunto de la sociedad. Permitiendo de este modo, a cualquier súbdito del rey, aún proviniendo de una extracción social humilde, acceder a la participación en el proceso de elaboración de las leyes.

De igual forma, y aún a pesar de que mi condición laboral impide la manifestación de ideas de carácter político, no he tenido reparado en publicar algunas entradas en las que se proponía una revisión histórica no muy acorde a la ley de memoria histórica. Ley que, es un juicio aceptado incluso por aquellos que la promovieron, pretendía ensalzar únicamente al bando perdedor en la última contienda civil, a través de la destrucción de cualquier símbolo del bando ganador.

Pero a pesar de todo ello me parece grave, creo incluso que un insulto al conjunto de la ciudadanía, el bulo que recorre los mentideros políticos. Habladuría que se refiere a que el nuevo gobierno de la nación estudia proponer una ley de memoria histórica de signo radicalmente opuesto. Ley que, como primera medida de gran impacto, ennoblecería al teniente coronel Tejero nombrándolo marqués del Congreso de los Diputados.
















¡Es broma, improbable lector! Hoy es el día de los santos inocentes.

martes, 27 de diciembre de 2011

LINAJES REALES

La Otra Dinastía es el nombre que Balansó otorgó a la que consideraba monarquía de recambio en España. La denominada dinastía carlista.
Pero es una patraña. Si la actual familia real al completo no pudiera suceder en el trono, es un avatar imposible y que nadie desea, evidentemente, el trono de España debería ser ocupado por el infante don Carlos, primo hermano de don Juan Carlos y pretendiente además al trono del reino de Dos Sicilias.
En Francia, como en España, existen dinastías de repuesto. Nada menos que tres.
Los Orleans, cuyo pretendiente es el actual conde de París;
los Borbón Anjou, la dinastía legítima, con el bisnieto del Generalísimo, don Luis Alfonso, duque de Anjou, al frente;
y los Bonaparte descendientes del emperador Napoleón, con Juan Cristóbal Bonaparte, príncipe Napoleón, a la cabeza.
Tres dinastías que surgieron tras los desmanes de la infausta revolución y del desgraciado fin del antiguo régimen.
Hoy me permito proponer a su consideración, improbable lector, un brevísimo esbozo de las armas del gran maestro de nuestras ciencias Hervé Pinoteau, barón Pinoteau, quien fuera durante más de cuarenta años vicepresidente de la Academia internacional de heráldica. De la buena, se entiende. De la fundada en 1949 con sede en Suiza.
Este gran maestro de nuestras ciencias, genealogista de altísimo nivel, tomó partido, como consecuencia de sus estudios, por la dinastía Borbón Anjou considerándola como única legítima a acceder al trono de Francia.
Paradójicamente, es sobre lo que pretendía hoy llamar su atención, improbable lector, sus armas muestran un franco cuartel siniestro de gules, con una espada alta de plata. Engrandecimiento de honor propio de los barones militares del imperio napoleónico.
Y es que efectivamente, estas armas son heredadas del primer barón Pinoteau, título otorgado por el emperador Napoleón en 1814.
La paradoja surge al comprobar que un titulado por la dinastía Bonaparte, que muestra sin rubor sus armas con la marca propia de los nobles del imperio, prefiere en conciencia, tras una vida dedicada a los estudios genealógicos y heráldicos, la legitimidad de una dinastía rival: la acaudillada por don Luis Alfonso.

XXX CONGRESO INTERNACIONAL DE HERÁLDICA

Solo recordarle, improbable lector, que el próximo congreso internacional de heráldica, que tendrá lugar en Maastricht en septiembre de 2012, admite hasta finales del próximo enero, un resumen de las conferencias que se propongan a la asamblea. Resumen de no más de medio folio, unas doscientas palabras.

Tendrán preferencia aquellas ponencias cuya presentación se apoye en soporte power point. La duración deberá venir definida en torno a los treinta minutos, más diez de coloquio. Las lenguas permitidas serán inglés, francés y alemán.

Más información en este enlace:
http://en.congress2012.info/page/downloads/engels_-_call_for_papers_-_november_2011.pdf

lunes, 26 de diciembre de 2011

JUSTICIA

A lo largo de más de cuatrocientos años, en los Estados sobre los que ejercía su soberanía el rey de España no se ponía el sol. El imperio español alcanzó una extensión que jamás será igualada por potencia alguna.
Para alcanzar el gobierno efectivo de tan vasto territorio, los reyes de España optaron por crear la figura del virrey. Un todopoderoso señor, puesto que actuaba en nombre del monarca, cuyo mandato alcanzaba, de media, la considerable cifra de diez años.
Estos, dotados de todos los poderes virreyes, no obstante, se sujetaban imperativamente al concluir su mandato al que se denominó juicio de residencia. Verdadero acto judicial en el que se sometían a prueba y testimonio los incrementos patrimoniales habidos durante los años de ejercicio del virreinato con el ánimo de alcanzar a dilucidar la moralidad de los enriquecimientos de los virreyes.
No pocos sufrieron, a consecuencia de los concluyentes juicios de residencia, destierro y prisión.
Nuestro rey don Juan Carlos, en el discurso de nochebuena nos recordó a todos los españoles de orden que la justicia, como en tiempos de los virreyes, debe servir para atajar los abusos de aquellos que han ocupado un puesto público.
Sus palabras fueron estas: me preocupa también enormemente la desconfianza que parece estar extendiéndose en algunos sectores de la opinión pública respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones. Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar.
Concluyendo su especial mención con la apelación a la justicia que debe imperar en una sociedad democrática: Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione. Afortunadamente vivimos en un Estado de Derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos.

Efectivamente, improbable lector, al repasar el discurso del soberano habrá acudido a su intelecto, sin duda, la figura del duque consorte de Palma de Mallorca, don Iñaki Urdangarín. Y probablemente con tal intención se incluyeron tales frases en la prédica del rey.
Pero, puesto que los feroces medios de comunicación considerarán abierta la veda contra el duque, deberían quizá plantearse que las palabras de don Juan Carlos, más que alusivas a la actuación de su yerno, que también, deberían interpretarse como un estímulo para juzgar, en juicio de residencia similar al de nuestros antiguos virreyes, el patrimonio y las consecuencias de su actuación de todos aquellos, todos, los que han ocupado un puesto de gran responsabilidad política.
España mantuvo un imperio durante cuatrocientos años, de una extensión irrepetible, a través de la figura de unos todopoderosos virreyes. Virreyes que, al concluir su ejercicio, se sometían a juicio para determinar el acierto de su gobierno. Puesto que el rey, obligado por la presión sobre los asuntos de su yerno, exige sin ambages que se depuren responsabilidades entre los que han ocupado cargos públicos, habrá que tomar ejemplo y obligar a todos aquellos que abandonen sus puestos de responsabilidad en el gobierno de la nación, o en cualquier otra administración, a dar cumplida cuenta ante la justicia de su gobierno, o de la falta de él.

FLANGE

Hoy se repropone una entrada que, publicada inmersa entre los desafortunados discursos sobre las armas del marqués de la Floresta, quedó sin respuesta.

LA VOZ FLANGE

Por don Jordi Esclarmunt, vizconde de Spes en el reino del Maestrazgo
Heraldista


Don José Juan, lo primero saludarle y desearle que usted y los suyos estén perfectamente bien.

Siempre que tengo ocasión, como bien sabe, hago tanto como puedo para aumentar mis pobres conocimientos en esta ciencia que es la Heráldica. El tema que voy a plantearle sin duda podría ocupar uno de los posts para su blog, si se me permite la broma. Como ve, me dirijo a usted de nuevo para "aprovecharme" de su amabilidad y sus conocimientos, así como de los de sus eruditos amigos.

Sin más paso a explicarme: repasando como hago a menudo, la gran obra de don Vicente de Cadenas, Cronista y Rey de Armas del reino de España, (que en paz descanse) Heraldario español, europeo y americano. Tomo I, encontré el término Flange, absolutamente desconocido para mí y que don Vicente define como: "Flange: faja que tiene de ancho la decimoctava parte del escudo."

Buscando en la red, pude encontrar que algunos dicen que Flange es: "Término usado por heraldistas y utilizado para determinar el flanquisado o al cuartelado en aspa." Naturalmente confío mucho más en los conocimientos de don Vicente.

Dicho esto, le plantearé unas preguntas sobre ese término en cuestión. ¿Entiendo que un escudo en flange es aquel que está dividido en nueve "fajitas" de un esmalte y en nueve de otro, o se trata de una sola "fajita" de tamaño reducido a esa medida? ¿Cuándo comienza a usarse el término flange? ¿Es medieval o se introdujo en los siglos XVII o XVIII con el auge de esta ciencia? ¿Acaso su procedencia es francesa? (Por algún motivo ese término heráldico me parece un vocablo francés).

Estoy seguro que si está en su mano o en la de sus contertulios responder a estas preguntas o a alguna de ellas, lo hará como siempre lo ha hecho tan amablemente.

Mis saludos más sinceros,

Jordi Esclarmunt, vizconde de Spes

domingo, 25 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

Feliz Navidad, improbable lector.